Las nuevas técnicas de blanqueamiento dental, basadas en el uso de
sustancias químicas de aplicación extradental o intradental, hacen que
esta intervención sea una "alternativa terapéutica conservadora, segura y
eficaz" para el tratamiento de las decoloraciones dentales.
Con la edad se produce una
modificación y oscurecimiento fisiológico del color de los dientes que,
en ocasiones, se ve agravado con la alimentación, la ingesta de café,
te, los colorantes alimentarios y otras sustancias como el tabaco y
algunos medicamentos, como las tetraciclinas.
Sin embargo, y según ha explicado la
doctora Carolina Manresa, de Plénido Quality Dental Group (España),
esta decoloración puede tratarse mediante las nuevas técnicas de
blanqueamiento consiguiendo un resultado satisfactorio "en la mayoría de
casos".
Recientemente ha entrado en vigor
una directiva europea (2011/84) que limita el empleo de los productos
para el blanqueamiento dental a los profesionales de la salud, para
evitar riesgos derivados de la falta de supervisión o de su empleo
indebido.
En este sentido, la doctora Manresa
ha recordado que el blanqueamiento dental tiene una contraindicación
relativa en los casos de dientes sensibles, y enfermedad periodontal o
piorrea, en la que queda a la vista la raíz del diente.
"También hay casos en los que está
absolutamente contraindicado, como en caries dental sin tratar o casos
de zonas del diente desprotegidas, defectos en la formación del esmalte y
durante el embarazo, en el que aunque hay control clínico, es mejor
esperar; y según los casos, puede desaconsejarse en pacientes muy
fumadores, pues no perduraría", ha explicado.
En la actualidad, los productos
blanqueadores de elección son el Peróxido de Hidrógeno, con el que se
obtiene un blanqueamiento más rápido pero de un blanco más tiza; y el
Peróxido de Carbamida, cuyo blanqueamiento es más lento y progresivo
pero más luminoso y duradero.
Las recomendaciones generales son
emplear el Peróxido de Hidrógeno para blanqueamiento en clínica y el
Peróxido de Carbamida para blanqueamiento domiciliario y, en todos los
casos, y a fin de obtener un mejor resultado, se recomienda realizar una
limpieza bucal antes del blanqueamiento.
LA DURACIÓN DEL BLANQUEAMIENTO PUEDE VARIAR
En su duración influye la causa de
la decoloración, o el color inicial de los dientes, al tiempo que el
resultado dependerá también del tipo de agente blanqueador utilizado, de
la concentración, de la duración y del número de veces que el agente
esté en contacto con los dientes.
Asimismo, indica la doctora Manresa,
cada paciente responde de forma diferente a la aplicación de los geles
blanqueadores, por lo que "habrá que combinar tres parámetros (luz,
tiempo y concentración) de forma individualizada para cada paciente con
el fin de realizar un tratamiento seguro, confortable, a la vez de
conseguir un rápido y duradero efecto de blanqueamiento dental".
Durante el blanqueamiento dental y
en la fase inmediata al acabar el tratamiento, los dientes son
ligeramente más susceptibles de captar pigmentos externos, del mismo
modo que son más sensibles a las temperaturas extremas.
Por este motivo, durante y
posteriormente al tratamiento, se aconseja no fumar, mantener una
higiene oral adecuada y no enjuagar con colutorios a base de
clorhexidina.
Asimismo, se ha de evitar el consumo
de bebidas oscuras (té, café, vino tinto y coca-cola), bebidas heladas o
ácidas (piña, kiwi y cítricos), frutas rojas (cerezas, arándanos) y
verduras color verde intenso (brócoli, espinacas), salsas coloreadas
(boloñesa, salsa de soya) y comidas con colorantes alimentarios
(azafrán, curry) a una temperatura demasiado caliente.
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